Son DOS LUGARES sin ninguna relación entre sí, salvo que se dedican a la restauración.
Antes se hablaba de "cocina", "comidas", "hostelería"; ahora es Restauración.
Bueno, mientras se coma bien y en un ambiente agradable, ya está.
El primero aparece por lo INSÓLITO de su nombre. Insólito, pero también arriesgado.
Imagino unos Pirineos sofocantes; y la verdad es que la comida allí era sencilla, fresca y natural como en pocos lugares, y de un precio que habría que callar para que no subiera.
Para esto último me dicen que ya es tarde, que al verano siguiente ya doblaron casi el precio de los platos, de los menús. Respetando la calidad, eso sí. En un entorno cien por cien de pueblo, con todo lo bueno y sencillo de ello.
Y Clik es un Bar por las mañanas.
Bar para desayunar a gusto unos buenos bocatas; por algo se llena cada día.
Inés se encarga de que todo funcione, de que el cliente se sienta a gusto, que vuelva.
Y por las noches se torna en un bar igualmente simpático sirviendo copas y dando una alternativa al ocio revolucionario de la Zona.